No creía en las señales, ni en el amor a primera vista, tampoco se consideraba alguien que pudiera llegar a obsesionarse, pero..
Hacía algo más de 12 lunas llenas que había regresado a la villa, llevaba semanas soñando con un rostro, le pareció conocer ese rostro en la acera de enfrente, mientras ella miraba un escaparate.
Dudó un instante que le pareció eterno, finalmente cruzó la acera decido a hablarle....
Según se iba acercando a dónde se encontraba ella, el paso decidido pasó a ser lento e inseguro, estaba acompañada por alguien que él conocía.
Solo habían intercambiado algunas palabras, en algunos eventos musicales. El acompañante de la misteriosa chica que se le aparecía en sueños, era músico.
Al llegar a la altura de ambos, la antigua decisión de entablar conversación con ella, nudo a un escueto: 'hola', dirigido únicamente a él.
Se alejó lentamente, pero poniendo todos en los sentidos, para escuchar de que hablaban, y esa atención tuvo recompensa, oyó por primera vez la voz de ella; era dulce,tenia matices sensuales, por fin podía poner sonido a ella, por fin ese blanca tez, en su justa proporción, tenia una voz.
Ella... lo había visto llegar, reflejado en el escaparate y también le reconoció, era el rostro que los ojos de su gato, trajo para ella, la luna llena anterior....
Orangey era negro, pero dada su devoción por Desayuno con Diamantes, quiso llamarle así.
No hay bruja que se precie que no tenga uno, y ella era traviesa, atractiva y buena, no todas las brujas han de ser malas, pero si era amante de la soledad, casi siempre buscada, pero últimamente también padecía la soledad no buscada, eso le inquietaba, pero no siempre.
Orangey...le dijo, has de buscarme a alguien con el que compartir alguna de mis soledades, confio en ti sabes lo que necesito.
Una noche, Orangey volvió antes que de costumbre de su búsqueda nocturna, le miró a los ojos, y fue cuando vio por primera vez el rostro de él, Orangey le acercó la pata delantera izquierda, entre sus uñas retráctiles había un cabello, era todo lo que necesitaba para realizar el conjuro, como hacia mucho que no lo había practicado, cogió el libro que heredó de su madre y se dispuso a practicarlo....
El Hechizado y la Bruja Buena, no habían nacido en la Villa.
El nació al norte de la comarca, a unas 80 leguas, a la orilla del río, en el valle que recibía su nombre, y arrojaba sus aguas al Mar del Este.
Ella Nació más al norte aún, también a orillas de otro río, pero a 300 leguas de la villa, tras la cordillera que une el Mar del Este y el Océano del Oeste, allí es donde sus aguas terminaban su camino.
Podría ser una señal, o una casualidad el lugar en que cada uno nació, pero el fin del camino de sus aguas eran opuestos y eso también podría ser considerado una señal.
Los millones de gotas que crean los ríos, llegan desde el cielo, y vuelven a él, en un ciclo eterno.
Quien sabe en que río estuvo antes una gota, o de que Mar u Océano llegó...
Habían trascurrido 18 lunas llenas desde el fugaz encuentro del Hechizado con la Bruja Buena, en ese tiempo coincidió varias veces con el acompañante de ella, pero no había vuelto a verla hasta que una tarde, en un caluroso mes de Julio....
Se cruzaron, ella celebraba la victoria de su equipo en los campeonatos de Quidditch, se la veía Feliz incluso le pareció que le reconocía, llegando incluso a fijar su mirada en él que agacho la cabeza, no podía aguantar su mirada, sentía una mezcla de ilusión, esperanza, miedo y desasosiego.
Sintió todo aquello de lo que tanto se reía, porque no creía en ello, solo recordaba haberlo sentido pero cuando era muy joven, pero
a su edad era imposible, pero si...esta vez era él, el que sentía Mariposas en el estomago.
A partir de ese segundo encuentro, prosiguieron otros cada vez menos espaciados en el tiempo, pero el hechizado seguía sin atreverse a hablar con ella, ¿ Como entablar conversación con alguien con la que te encuentras por la calle?, si fuera en una cafetería o en un Pub seria diferente.
Y quince o dieciséis lunas llenas después del segundo encuentro, se decidió, si la veía tres veces más, hablaría con ella....
ANEXO
El Mini Relato que he publicado es una recreación libre y extendida de una canción que compuse hace más de 6 años, cuando residía en IBI. ( la imagen es del lavadero que hay en Ibi, en uno de los caminos que llevan a la Font Roja)
La canción se titula: BRUJA TRAVIESA, PERO TAN GUAPA